El nuevo Sistema de Transporte

Una de las maneras de proteger el patrimonio limeño sin duda es neutralizando los factores que lo deterioran. Estos pueden ser directos o indirectos. Uno de estos últimos, sin duda es la contaminación ambiental. Y en el centro histórico este ha llegado a niveles alarmantes. Mucha responsabilidad en ellos lo tienen los medios de transporte antiguos, y que sumado a ello no ofrecen un buen servicio, contribuyendo al caos y al stress citadino.

En este contexto, diferentes gestiones municipales han intentado solucionar el problema del transporte caótico de Lima. Desde hace muchas décadas existía el proyecto de un metro subterráneo, que lamentablemente nunca se hizo -aunque ahora con la concesión a una empresa privada para la construcción de un nuevo tramo del tren eléctrico, que sera subterráneo, ese sueño por fin será realidad-, luego el tren eléctrico que después de algunos años de lanzado este proyecto, hoy por fin ya se encuentra activo, mejorando el tiempo de traslado de una parte de la población.

Idealizado sistema de transporte, proyecto de los años 60 que nunca se concretó

La gestión edilicia anterior logró concretar el servicio llamado "Metropolitano de Lima" que si bien es cierto tuvo muchas criticas -y las sigue teniendo-, ha logrado aliviar también el tiempo de traslado de otro sector de la población limeña. La actual gestión finalmente lanzó el "Sistema Integrado de Transporte" en una primera fase de buses de color azul que cubren la ruta entre el Rimac, la avenida Tacna, la avenida Garcilaso de la Vega o Wilson, y la avenida Arequipa hasta Miraflores, principalmente esta ruta.

A la fecha se encuentra en una fase de prueba, que en la opinión generalizada "esta resultando un fracaso", pero ya sabemos que las fases de prueba son precisamente para corregir errores, y el publico limeño no se caracteriza precisamente por su paciencia. Yo, como vecino del centro de Lima, quisiera aportar algunas observaciones y sugerencias, recalcando que mas allá de factores técnicos o explicaciones elaboradas, es como lo ve un ciudadano de a pie, que desea que todo lo que se haga por mejorar nuestro centro histórico tenga éxito.

Precisamente para tener base en lo que voy a escribir, hoy sábado 9 de agosto subí a uno de estos buses azules en un paradero de la avenida Tacna (a la altura del ex-cine Tacna). Luego de formar una cola, no tan larga en realidad como había visto en las noticias o en quejas en las redes sociales, subí al bus que iba a la avenida Arequipa. Sorprendido al inicio porque no me cobraron pasaje, ya que las pruebas con pasajeros en esta etapa son gratuitas.

El bus iba lleno, y la primera impresión fue que iba demasiado "lento". Pude observar que delante al bus en el que yo iba, había otro bus azul, y seguro por normas ya establecidas estos no pueden pasarse entre si. La gente empezó a protestar porque la sensación general era que el bus podía ir mas rápido. Entonces pensé, que si pedíamos rapidez, era porque estábamos acostumbrados a la velocidad de las custers y micros anteriores, que precisamente iban mas rápido para ganar pasajeros. La velocidad en la que iba este bus azul sin duda era controlada. Solución: habrá que recalcular el tiempo para llegar a nuestros destinos en este bus, salir mas temprano es una buena opción.

El regreso fue similar, una larga cola que avanzó rápidamente porque los buses venían uno detrás de otro, pero nuevamente con la sensación de venir mas "lento", el bus muy lleno y algunas personas protestando porque había espacio al centro y no dejaban subir a los demás, el trayecto desde el ovalo de Miraflores hasta la avenida Tacna habrá sido de unos 40 minutos. Lo que si note es que definitivamente no era un bus nuevo.

Vi la avenida Tacna mas libre, en realidad fue bonito verlo mas despejado de lo que estamos acostumbrados a verla. Pero esto lleva a otra observación: ¿donde se fueron los micros y custers que iban por allí?.

Aquí radica uno de los errores -a mi parecer- de este sistema. El costo de tener unas avenidas Tacna, Wilson y Arequipa despejadas y ordenadas, es el haber desviado el transito de las custers y micros a las calles aledañas. En mi caso, camine una cuadra hasta el jirón Rufino Torrico -paralela a la avenida Tacna- y esta angosta vía, que ademas esta dentro del casco histórico de la ciudad- soporta el pesado transito de estos medios de transporte, que con el griterío de sus cobradores, sus claxons, etc. se han trasladado de una avenida muy ancha y de varios carriles, a un jirón de solo dos carriles.

Ademas, en el caso del jirón Rufino Torrico, este ya se veía congestionado desde antes por la presencia de camiones y autos que buscan el servicio de la multitud de imprentas que hay en la zona. ¿No hubiera sido mejor terminar con el tema de las imprentas y su anunciada clausura y/o reubicación fuera del casco histórico, antes de enviar todo el pesado trafico por estas calles?.

Cuadra 3 de jirón Rufino Torrico, las custers comparten espacio con camiones de carga

Aunque no es una medida populista, y de seguro acarreara muchas denuncias y habeas corpus, etc. se debería cancelar las licencias de estos micros y custers que ademas, por probada investigación periodística de los medios de televisión y prensa, acumulan cientos de miles o millones de nuevos soles en multas por infracciones. La solución es dura, pero es el costo completo si se desea tener ordenado el transporte en el centro de la ciudad.

Seguirán las pruebas de seguro, y nuevas quejas y utilización de este tema en el contexto político de las próximas elecciones. Pero en realidad ¿a quien le debe importar mas que se solucione de una vez por todas el caótico sistema de transporte de esta ciudad, sino es a los mismos habitantes de ella? Independientemente del color político y transitorio -no lo olvidemos- que hoy ostenta, es necesaria una reforma del transporte, pero si se hace, que se haga bien!